Ucrania lanzó el domingo lo que describió como un ataque “a gran escala” con drones contra bases aéreas militares rusas, destruyendo más de 40 aviones de combate en territorio ruso en una operación coordinada que se extendió por miles de kilómetros, según funcionarios de seguridad ucranianos.
El ataque, denominado en código “Operación Telaraña”, representó el golpe más devastador de Ucrania contra la fuerza aérea rusa desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, y se produjo apenas un día antes de que ambos países se reúnan para una nueva ronda de conversaciones directas de paz en Estambul.

Precisión milimétrica
La operación simultánea golpeó cuatro bases aéreas militares rusas: Belaya en la región siberiana de Irkutsk, a más de 4,000 kilómetros de Ucrania; Olenya en el Ártico cerca de Finlandia; e Ivanovo y Diaguilevo, ambas al este de Moscú. Según la fuente del SBU, más de 40 aeronaves fueron impactadas en la base de Belaya, donde se declaró un incendio.
Entre los aviones que habrían sido golpeados se encontraban bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22, que Rusia utiliza para lanzar misiles de largo alcance contra ciudades ucranianas. El Tu-95, originalmente diseñado para transportar bombas nucleares, ahora lanza misiles de crucero.
Las imágenes proporcionadas por el servicio de seguridad ucraniano mostraron los drones utilizados en el ataque colocados en los techos de cabinas móviles de madera que fueron transportadas por camión hasta los puntos de lanzamiento.